Thriller: un antes y un después en la música
Hoy es Halloween y para este proyecto, no hay mejor manera de celebrarlo que hablando de Thriller.
El archiconocido disco de Michael Jackson significó un cambio disruptivo en la historia de la música popular y la cultura.
Existen múltiples motivos por los cuales este disco, que cumple 43 años este 29 de noviembre, es clave en la historia.
Es cierto que detrás de este álbum histórico hubo también contratos, derechos de autor, presupuestos y repartición de royalties que jugaron un papel crucial.
Pero antes de comenzar con el análisis legal de Thriller, conviene repasar por qué Thriller es lo que es: un hito sin precedentes en la historia de la música.
Algunos records y curiosidades sobre el álbum
- Es el disco más vendido de la historia de la música: A Thriller le bastó poco más de un año para ganarse este título, que ha mantenido intacto hasta el día de hoy.
 - Rating prácticamente perfecto: Una abrumadora mayoría de las revistas especializadas y críticos musicales le dan 5 estrellas de 5 o un puntaje de 10 sobre 10. Cuando no, es muy cercano a este puntaje.
 - Con este álbum, Michael Jackson consolidó su insignia personal al hacer su icónico moonwalk por primera vez en una performance televisiva de 1983 para celebrar el 25 aniversario de la disquera Motown.
 - Publicaron 7 singles para el álbum y todos fueron top 10 en el Billboard Hot 100. El álbum tiene 9 canciones, lo que significa que el 77.77% del disco fue hit del top 10 de Billboard.
 - El disco contó con colaboraciones especiales que van desde un ex-Beatle (Paul McCartney) hasta uno de los mejores guitarristas de la historia (Eddie Van Halen).
 
TL:DR – Resumen Mega Express
- Las canciones eran propiedad de sus compositores (MJ, Rod Temperton, etc.), no de Epic.
 - Epic Records era dueña de las grabaciones (masters), no Michael Jackson.
 - El video de Thriller fue producido por Optimum, empresa de MJ, bajo work made for hire.
 - Para usar la música en el video, Optimum necesitó una licencia de sincronización de Epic.
 - El contrato discográfico posiblemente es confidencial, pero hay indicios de que MJ y Quincy Jones cobraban regalías por ventas y producción.
 
Los aspectos legales de este álbum: límites previos para el análisis
Hay que tomar en cuenta que Thriller fue una megaproducción discográfica.
En su distribución participó el sello Epic Records.
Participaron decenas de personas entre músicos de sesión, ingenieros de sonidos y arreglistas.
Tuvo varios compositores de las canciones, no solamente Michael Jackson o Quincy Jones.
Además, no hay acceso a toda la documentación que formó parte del proyecto.
Sería imposible abarcar toda la dimensión legal de este proyecto en un post corto.
Pero lo que sí podemos hacer es mencionar lo más relevante.
Es por eso que vamos a categorizar el análisis en tres vertientes:
- Composiciones (canciones)
 - Producciones (masters y videos musicales)
 - Contratos (discográficos y otros)
 
De esta manera, explicamos el funcionamiento de cada uno de ellos por separado, aunque en la práctica estuvieron estrechamente relacionados.
Otra cosa es que el análisis se hará ex-ante.
Es decir, como si el disco acabara de ser lanzado al mercado.
Esto para no complicar excesivamente el análisis al tomar en cuenta fallecimientos, la situación del Estate de Michael Jackson, transferencias de derechos, compras de catálogos, etc.
También, que le daremos prioridad al sistema anglosajón de copyright.
Porque el disco se grabó en Estados Unidos.
Composiciones en Thriller: la base estructural

Este aspecto es la columna vertebral del álbum. Sin composiciones, no hacemos nada.
Y sin buenas canciones, no logramos nada con lo que hicimos.
Como ya habíamos dicho anteriormente, Thriller tiene 9 canciones.
Pero claramente, esas no fueron todas las que se hicieron, estas 9 fueron las que pasaron el filtro.
Cuando se produce un álbum de música, lo normal es componer muchas canciones, demos, snippets (bosquejos) e ideas que podrían convertirse en una canción final.
Según Quincy Jones en 2016 tenían un bache de 800 canciones que escucharon hasta quedarse con la selección final.
Todas esas canciones tienen un copyright sobre la composición, aunque no haya sido lanzada oficialmente.
Hay que recordar que el copyright es automático al momento de la ‘fijación’ de la obra en un medio tangible (como una grabación o partitura).
Pero sí que es recomendable registrarlo.
En EUA, el registro es esencial si el autor quiere iniciar acciones legales por infracción o reclamar daños.
Las canciones registradas
He aquí un ejemplo: Wanna Be Startin’ Something, compuesta por Michael Jackson.

Aquí ya hay varias cosas muy interesantes que se pueden estudiar.
- La obra en ese momento no estaba publicada: El registro es del 16 de Noviembre de 1982, por lo que la obra no era conocida por nadie externo a la producción.
 - El registro está a nombre de Mijac Music: Esta compañía de publishing albergaba los derechos de propiedad intelectual de las obras de Michael Jackson. En ese entonces, Warner/Chappell era administradora (no propietaria) de esta compañía.
 - No había co-autoría: Esta canción es de Michael solamente.
 - Se registró en un cassette: Posiblemente sean las grabaciones caseras de Michael. También contenía Beat It y Billie Jean.
 
Este patrón de registrar a nombre de una compañía de publishing también está en las canciones de los demás compositores, como Rod Temperton (Thriller) o Steve Porcaro y John Bettis (Human Nature).
Esto lo que significa es que los compositores de las canciones no cedieron los copyrights de la composición a Epic al momento de celebrar el contrato discográfico.
En resumen, conservaban su publishing.
Epic Records únicamente tenía los derechos sobre las grabaciones maestras y su distribución (las que todos conocemos).
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Este aspecto es el corazón del álbum. Es aquí donde la magia creativa se desata.
Las producciones son el acabado final del proyecto, el resultado que todos conocemos.
Es lo que entra por los oídos y por los ojos.
Por eso aquí entran en juego producciones musicales (masters) y producciones audiovisuales (videos musicales).
Los masters: quienes son titulares de derechos
Dentro de los derechos de las grabaciones (masters) existen varios participantes.
No obstante, hay que tomar algo crucial en cuenta.
La propiedad intelectual sobre las grabaciones era exclusivamente de Epic Records.
Es decir, Epic Records tenía copyrights sobre los masters.
Epic era la entidad con el derecho de exclusiva para explotar económicamente las grabaciones.
Los intérpretes y productores musicales
En el caso de Thriller, los intérpretes musicales no recibieron participación directa en royalties ni tampoco derechos sobre las grabaciones.
En general, los músicos de sesión o intérpretes no tenían derecho a regalías derivadas del master, salvo que se pactara expresamente en sus contratos individuales lo cual era muy poco común en esa época.
Michael estaba acreditado como intérprete y como productor, sin que esto significara que era dueño de los masters.
Pero, a diferencia de los demás intérpretes, Michael tenía derecho a un porcentaje de las regalías gracias al contrato discográfico con Epic Records, que ya veremos en su respectiva sección con más detalle.
Por otra parte, en el caso de Quincy Jones, al igual que Michael, no era dueño de los másters ni de las composiciones, pero sí tenía derecho a un porcentaje de las regalías y esta misma regla aplica tanto para Thriller como para su antecesor Off the Wall (1978) y su posterior Bad (1987).
Todos álbumes co-producidos junto a Michael.
Historia extra para los lectores atentos
Bonus track: El caso de Eddie Van Halen en Beat It
La famosa historia dice lo siguiente:
Michael Jackson quería crear su primera pista rock, para desmarcarse del estilo disco, fuertemente criticado en aquel entonces. Para ello, compuso la canción Beat It y decidió grabarla con una producción rockera, cercana al Hard-Rock que dominaba el sonido de la generación.
En una de las sesiones de grabación de la pista, deseaban incluir un solo de guitarra por lo que Quincy Jones llamó a uno de los guitarristas más cotizados y reconocidos del momento: Eddie Van Halen.
Eddie Van Halen había logrado un gran impacto por su innovador estilo para tocar la guitarra, con el tapping como su técnica insignia.
Es entonces cuando Eddie entra al estudio de grabación y graba el solo de guitarra de forma totalmente improvisada y espontánea.
Pero Van Halen todavía no estaba contento, por lo que pidió que reacomodaran los acordes durante su solo de guitarra tomando los acordes del verso para acompañarlo en lugar de los del riff principal.
Eddie no cobró nada por ello, él mismo quiso que fuera así.
A MJ y compañía les había salido lo que sería uno de los solos de guitarra más legendarios y deseados por los guitarristas de todo el mundo prácticamente gratis.
Como los intérpretes sólo eran pagados por contrato de sesión, EVH no recibió nada monetario. Sus compañeros de banda, cuando se enteraron, lo criticaron duramente diciéndole que era un completo tonto por no haber cobrado nada.
Pero lo que es innegable es que EVH se inmortalizó al dejar huella en el disco más vendido del mundo.
Si leyó esto, comente la frase «Hot for Teacher» para confundir a los que no leyeron.
Los videos musicales: ¿quien tiene la PI sobre ellos?
Tomemos como ejemplo el icónico video de Thriller, esto es lo que dicen los registros públicos estadounidenses de copyright:

Aquí hay cosas muy interesantes.
El registro sale a nombre de Optimum Productions, una compañía de Michael Jackson.
Al mismo tiempo, el video fue producido bajo la figura work made for hire, que ya tratamos en su respectivo post.
Dato curioso: El contrato original para grabar el video musical de Thriller se subastó en el año 2015.
Esto quiere decir que tanto los escritores como los directores, cedieron los copyrights a esta compañía al crear el video por encargo.
Los actores del video: entre zombies y estrellas pop
Por otra parte, los actores fueron contratados por aparecer en el video pero adquirir el copyright sobre el video en sí.
Como dato aún curioso, en el contrato subastado podemos observar que dice que es un security agreement donde Optimum es el debtor (deudor) y el sindicato de actores, Screen Actor Guild es el secured party (parte garantizada).
Esto indica que Optimum se comprometía a compensar económicamente a los actores participantes (entre los que estaba el propio MJ) en diversas situaciones, como interrupciones a los tiempos de comida o incluso una más interesante: en caso de que el video fuera exhibido en televisión, ya fuera abierta o de pago.
Screenshot tomada del contrato subastado

La convicencia entre los derechos del master y los derechos del video musical: la licencia de sincronización
Al ser los masters de Thriller propiedad de Epic Records, Optimum debía conseguir un sync-licensing de Epic para poder incluirlos en el video.
Y como el video era propiedad de Optimum, podía explotarlo económicamente al licenciarlo a medios como MTV o Showtime.
Contratos en Thriller: el back-end legal

En una megaproducción como Thriller, se celebraron muchísimos contratos por lo que esta sección en realidad es una simplificación, o nos queda un post de 40 minutos de lectura.
Sin exagerar.
Por esto, trataremos el más relevante para el caso:
El contrato discográfico.
El contrato discográfico de Michael con Epic Records: su contenido es una incógnita
Un aspecto importante que aclarar:
El contrato discográfico entre Michael Jackson y Epic Records (CBS, luego Sony) es cerrado y confidencial, es decir, no es público.
Entonces no podemos afirmar con absoluta certeza nada sobre cifras, costes, repartición de riesgos, royalties, ni nada similar. Muy posiblemente, está protegido bajo NDA (Non-Disclosure Agreements o acuerdos de confidencialidad).
Este es un resumen muy sintético de como podría haber sido el contrato, con base en los elementos naturales de los contratos discográficos en general:
- El contrato del álbum Thriller con Epic se financió por la disquera (cubriendo los costos de estudio, producción y promoción).
 
- Michael Jackson recibió un adelanto recuperable y, una vez superado ese punto, comenzó a cobrar regalías.
 
- Según estimaciones históricas, de $2 por cada copia vendida.
 
- Como productor, Quincy Jones también tenía derecho a una porción (producer’s points) sobre esas ventas.
 
- Y además, MJ (y los demás compositores) seguían ganando regalías por las composiciones gracias a tener su publishing por aparte, como ya vimos en las secciones anteriores.
 
Nota: esta información viene de estimaciones basadas en reportes periodísticos y procesos posteriores.
Para conocer otros detalles del contrato discográfico en general, recomendamos leer este post.
Conclusión del post
Thriller no sólo fue una revolución sin precedentes en lo musical, en lo cultural y en lo audiovisual.
También fue un complejo entramado contractual que, con ayuda de grandes figuras como John Branca (el abogado de Michael) sentó las bases legales, en ese momento histórico preciso, de esta revolución.
Este post pretende rendir homenaje a este legendario proyecto.
Proyecto que es, de facto, un patrimonio cultural imborrable en la historia de la humanidad.







