Una cláusula muy importante: la verdadera letra pequeña de los contratos
En esta serie ya hemos hablado de cláusulas clave en contratos, como los términos y condiciones.
Hoy toca ver una que suele pasar desapercibida, pero que resulta decisiva para blindar un contrato:
La cláusula arbitral.
Esta disposición marca la diferencia en escenarios críticos.
TL:DR – Resumen Express
- Elija y negocie la ley aplicable al contrato y al arbitraje: afecta derechos morales, patrimoniales, cesiones y ejecución.
 - Copyright ≠ derecho de autor: defina términos si usa ley extranjera.
 - La cláusula arbitral debe ser clara: alcance, sede, reglamento, número de árbitros, idioma.
 - No confunda la ley del contrato con la ley del arbitraje.
 - Evite cláusulas patológicas: contradicciones pueden generar nulidad o litigios.
 - El arbitraje suele ser más rápido y flexible que un juicio.
 - La autonomía de la voluntad implica hacerse responsable de todas las cláusulas.
 
La cláusula de ley aplicable
Antes de ver la cláusula arbitral es necesario entender la cláusula de ley aplicable.
En los contratos rige la autonomía de la voluntad, siempre dentro de los límites de la ley.
Esto significa que las partes pueden decidir qué legislación regirá el contrato. Pero también pueden decidir la legislación que aplicará el arbitraje.
En los contratos y arbitrajes internacionales esta decisión es crítica, porque no necesariamente se aplicará la ley de su país de residencia.
La cláusula arbitral: qué es y cómo se hace un arbitraje

La formulación de la cláusula arbitral
La cláusula arbitral se incluye en un contrato y ambas partes, dando un consentimiento pleno, lo firman.
Pero no basta con mencionarla: debe ser clara en su alcance, sede del arbitraje (seat), reglamento aplicable y composición del tribunal.
En algunas jurisdicciones se exigen formalidades adicionales.
No basta con la mera firma si la cláusula es ambigua o peor aún, patológica.
Por qué las cláusulas patológicas no son recomendables
Una cláusula patológica es una cláusula arbitral contradictoria o incoherente.
Una cláusula arbitral contradictoria o mal redactada (patológica) puede hacer que:
- Un tribunal arbitral se niegue a constituirse.
 - Un juez declare su nulidad.
 
Para evitarlo, use cláusulas claras y coherentes.
Esta cláusula entorpece las cosas dentro de escenarios críticos como incumplimientos de contratos.
En algunos casos los tribunales o instituciones arbitrales intentan salvarla mediante interpretación o reglas supletorias, pero en otros puede declararse inejecutable.
Lo recomendable es usar cláusulas claras y coherentes en los contratos para evitar ese riesgo.
La cláusula arbitral como parte de los contratos
La cláusula arbitral es vinculante: obliga a acudir a un tribunal privado de arbitraje y se renuncia a utilizar de los tribunales estatales para dirimir conflictos relacionados con el contrato.
El laudo arbitral (que es como una sentencia del tribunal) es totalmente ejecutable y reconocido en la mayoría de jurisdicciones.
En principio, funciona como una demanda normal, con contrademandas, pretensiones, audiencias, admisiones de prueba, apreciaciones de prueba y emisión de sentencias.
Entonces ¿Por qué ir a un arbitraje?
En muchos casos, el arbitraje ofrece ventajas frente a los tribunales de justicia tradicionales, especialmente en rapidez y especialización.
Aquí cuatro razones, por mencionar algunas.
1. Permite la especialización de los árbitros en la materia de fondo
No son necesariamente jueces o abogados, sino que pueden ser personas expertas en la materia de fondo.
Es decir, si hay un conflicto en materia de comercio, puede ser resuelto por árbitros comerciantes que son expertos en la materia del conflicto.
Evidentemente habrían dificultades dado que el juez es un jurista, un experto en Derecho, pero no necesariamente lo es en la materia de fondo del conflicto.
Aún así, también se puede contar con profesionales en Derecho como árbitros.
2. Los procesos judiciales pueden extenderse por mucho más tiempo del necesario
La realidad es que muchos procesos en los tribunales de justicia son muy lentos y en un gremio como el nuestro, esto no nos sirve.
A la carrera del autor o artista no le conviene perder tiempo en un conflicto largo y costoso mientras podría estar dedicándose a otras tareas más fructíferas.
Existen personas que sufren la ineficiencia del sistema judicial centralizado por tanto tiempo que su proceso las consume.
Personas que, por culpa de la prolongada duración de un caso, se pierden de su propia vida, al no poder ocuparse en sus aspectos más importantes y vitales por ser esclavas de un proceso.
Kafka ya lo reflejaba en El Proceso, donde un juicio interminable consume la vida del protagonista.
3. Los mecanismos RAC, como los arbitrajes, suelen ser más eficientes y ágiles
El arbitraje suele resolverse más rápido que un proceso judicial.
En términos generales, muchos arbitrajes se resuelven en meses, mientras que los procesos judiciales pueden prolongarse durante varios años.
Por ejemplo, han habido procesos de casación (que es como una «última instancia») llevados ante la Sala Primera de la Corte Suprema en Costa Rica que han durado hasta dos años y medio.
Y a esos dos años y medio hay que sumarles el tiempo que se ha durado en los procesos anteriores.
Esto dependerá de la complejidad del conflicto y de las normas aplicables, pero en líneas generales es así.
Además, mecanismos como la conciliación pueden llegar a resolver un conflicto en cuestión de días, dependiendo de la voluntad de las partes.
En este post no se dice qué hacer, sólo se busca explicar.
Cada quién sabrá lo que es mejor para sí mismo.
4. Los métodos RAC suelen ser más ágiles que un proceso judicial y pueden resultar más económicos
Si bien los arbitrajes no son precisamente baratos, en muchos casos resultan menos costosos que un proceso judicial, especialmente cuando se consideran el tiempo y los recursos invertidos.
El factor tiempo es crucial
El tiempo es dinero.
Cuanto más dure un proceso judicial, más se diluye lo ganado y mayores serán las costas.
Ejemplo: ganar $100.000 en 6 años no equivale a ganar $100.000 en 2.
La diferencia está en el costo de oportunidad y la depreciación del valor real con el paso del tiempo.
En los juicios, las costas procesales aumentan con la duración.
En cambio, en arbitrajes y mediaciones, los plazos más cortos reducen ese impacto.
Hay que tomar en cuenta que tanto el tiempo como el dinero son recursos escasos y además: que están íntimamente relacionados.
El factor tiempo no entiende de juicios de valor
El factor tiempo no es intrínsecamente negativo. Es neutral.
Puede afectar tanto a los mecanismos RAC como a los procesos judiciales.
El impacto suele ser mayor en los procesos más lentos e ineficientes.
En términos económicos, este tema debe verse como cualquier otro proceso productivo.
Por lo tanto, tiene que estudiarse a través del tiempo.
Cosas que se pueden hacer con una cláusula arbitral
Las partes pueden decidir libremente aspectos como:
- La sede y el país del arbitraje.
 - Si será presencial o virtual.
 - La ley aplicable al arbitraje.
 - Número de árbitros (siempre impar).
 - Idioma del proceso.
 - En arbitrajes ad hoc: quién resolverá el conflicto.
 
Importante: no confundir la ley aplicable al contrato con la ley del seat (arbitraje).
¿Y si el tribunal no es imparcial? ¿Qué hago si el árbitro está comprado?
Primero que nada, es necesario aclarar que los centros RAC, al ser privados, implica que la gente accede a ellos de manera voluntaria y dependen de ello para funcionar.
Un centro corrupto sale del mercado en el momento que la gente deja de recurrir a él por eso mismo.
Además, un centro RAC corrupto sólo le da un incentivo a otro centro RAC para hacer las cosas bien y sacarlo del juego ya que las personas irán a este último en su lugar.
¿Y si cometen un error?
El laudo arbitral se puede impugnar.
En Costa Rica, se pueden impugnar ante la Sala Primera.
El laudo arbitral puede impugnarse en ciertos casos (por vicios procesales graves o violaciones al orden público).
No se revisa el fondo del conflicto: si se anula el laudo, es como si nunca hubiera existido.
Nulidad del laudo
Es importante tener en cuenta lo siguiente:
La nulidad del laudo no manda a corregir el fondo como en una apelación de sentencia judicial, sino que anula lo resuelto.
Es como si el laudo nunca se hubiera realizado y una vez anulado, ya no tiene efectos.
Otros mecanismos alternativos de resolución de conflictos
Contractualmente, se pueden pactar cláusulas equivalentes funcionalmente (con matices) a las cláusulas arbitrales pero para efectos de acudir a otros mecanismos, más expeditos y menos costosos.
Además del arbitraje, se pueden pactar:
- Mediación/Conciliación: un tercero imparcial facilita el acuerdo, sin imponer sentencia.
 - Negociación directa: las partes intentan resolverlo antes de ir a arbitraje.
 
Estos mecanismos pueden aplicarse de manera secuencial (primero negociación, luego mediación, y finalmente arbitraje si lo anterior falla).
Ejemplo de cláusula arbitral para contratos
En Costa Rica, existen múltiples instituciones arbitrales.
La Cámara de Comercio ofrece una página donde están disponibles cláusulas modelo para incluir a los contratos.
Para llegar a ellas, basta con deslizar hacia abajo hasta dar con el apartado correspondiente.
Se pueden hacer cláusulas arbitrales, de conciliación, conciliación y arbitraje y de arbitraje internacional.







